(en Estrategia 24 agosto 2007)
Enrique Goldfarb
Leí un artículo del economista Paul Krugman sin duda un economista “top one” de EE.UU., en donde manifiesta que el problema más grande de la crisis hipotecaria en ese país es que al desvincularse el préstamo con el banco que lo concedió, se hace imposible al deudor renegociar con la entidad prestamista los términos del crédito. Alejado un tanto de la prescindencia gubernamental en los asuntos privados, que a nuestros analistas criollos le es tan querida, postula que el Gobierno debiera intervenir para lograr la tan deseable renegociación.
En el fondo, todos perderían mucho menos si la deuda se reduce a lo que el deudor puede pagar, porque en el fondo qué sacan con quedarse con las casas si no hay poder de compra detrás ante oleadas de ventas de bienes raíces.
Cuando postulo en Chile una renegociación de los centenares de miles pequeños y medianos empresarios afectados por la crisis de los últimos diez años, aplico un razonamiento similar. Habría que ver qué pueden pagar y ver quienes y cómo asumen las pérdidas. Pienso también que al gobierno le corresponde asumir un rol importante, inducir el proceso para que sea masivo y total y subsidiar a los bancos para cubrir parte del costo del rescate.
El beneficio de sacar del hoyo del endeudamiento a las mayorías productivas sería el punto de partida a la recuperación de la clase media chilena y el revivir de las pymes en el país. Y a no dudarlo, un fuerte repunte en nuestra tasa de crecimiento económico. Envidio la actitud de los bancos centrales de los países desarrollados gastando sumas multimillonarias para impedir una recesión innecesaria a días de haberse producido el problema.
viernes, 24 de agosto de 2007
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1 comentario:
Estimado son Enrique y bloggeros :
El problema es que a la autoridad y al gobierno pareciera nada le importa el destino del desarrollo y de las pymes, es como si sus economistas no han estudiado ciertos aspectos del desarrollo. Quizás ni tomaron nunca un texto de Krugman.
En mi opinión - con el considerado respeto a algunos contados con los dedos de 1 mano - pensar en renegociaciones, deudas hipotecarias pagables, evitar estas concentraciones que ud describe, para los actores públicos es una visión que sale de su ortodoxia y sensibilidad.
La nueva gran embarrada que se estará incubando si no se actúa hoy al respecto, lamentablemente, le afectará en sus políticas al próximo gobierno y que si, Dios mediante y la voluntad de la cordura del país, corresponde a la Alianza asumir significará una compleja situación macro estructural. Todos sabemos que el mercado funciona de manera imperfecta y la actitud y conducta de fusión como instrumentación de competencia va inherente a las empresas. La opción es que por vía de inducción el sistema financiero y sus reguladores coadyudaran a mitigar estas distorciones que deterioran la fuerza de nuestro país en los sectores medios.
Edo. Berríos C.
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