sábado, 18 de noviembre de 2006

Carta de Milton Friedman al general Pinochet en 1975


Sergio Karlezi ha tenido la amabilidad de enviarme este histórico documento, el que comparto con Uds.
Durante la visita que le hiciéramos el viernes 21 de Marzo, realizada conel objeto de discutir la situación económica de Chile, Usted me pidió que le transmitiera mi opinión acerca de la situación y políticas económicaschilenas luego de completar mi estancia en su país. Esta carta responde a tal requerimiento.
Permítame primero decirle cuán agradecidos estamos mi esposa y yo de la cálida hospitalidad que nos brindaran tantos chilenos durante nuestra breve visita; nos hicieron sentir como si realmente estuviéramos en casa. Todoslos chilenos que conocimos estaban muy conscientes de la seriedad de losproblemas que su país enfrenta, dándose cuenta de que el futuro inmediato iba a ser muy difícil. Sin embargo, todos mostraban una firme determinaciónen aras de superar dichas dificultades y una especial dedicación en el trabajo por un futuro más próspero.
El problema de Chile.
El problema económico fundamental de Chile tiene claramente dos aristas: la inflación y la promoción de una saludable economía social de mercado.
Ambos problemas están relacionados: cuánto más efectivamente se fortalezca elsistema de libre mercado, menores serán los costos transicionales de terminar con la inflación. Sin embargo, y pese a estar relacionados, se trata de dos problemas diferentes: el fortalecimiento del libre mercado no culminará con la inflación per se, como tampoco terminar con la inflación derivará automáticamente en un vigoroso e innovador sistema de libremercado.
La causa de la inflación en Chile es muy clara: el gasto públicocorresponde, aproximadamente, a un 40% del ingreso nacional. Cerca de uncuarto de este gasto no deriva de impuestos explícitos y, por lo tanto,debe ser financiado emitiendo una mayor cantidad de dinero; en otras palabras, a través del impuesto oculto de la inflación.
El impuestoinflación, utilizado para levantar una cantidad de dinero equivalente al 10% del ingreso nacional es, por ende, extremadamente gravoso - una tasa impositiva de 300% a 400% (es decir, la tasa de inflación)- impuesta sobre una estrecha base de cálculo- 3% a 4% del ingreso nacional (es decir, el valor de la cantidad de dinero que circula en Chile como efectivo ydepósitos en cuentas corrientes).Este impuesto inflación genera un enorme daño al inducir a las personas a dedicar un gran esfuerzo por limitar su posesión de dinero en efectivo. Esa es la razón por la cual la base es tan estrecha. En la mayoría de lospaíses, desarrollados y subdesarrollados, la cantidad de dinero es más cercana al 30% del ingreso nacional que al 3% o 4% de éste.
Desde la perspectiva del gasto total, que es un múltiplo del ingreso, el dinero enChile alcanza sólo a algo así como 3 días de gasto, lo que fuerza a realizar nada más que operaciones de subsistencia en el rubro comercio,además de estrangular al mercado de capitales.
Soluciones propuestas.
Existe solo una manera de terminar con la inflación: reducir drásticamente la tasa de incremento en la cantidad de dinero.
En la situación de Chile,el único modo para lograr la disminución de la tasa de incremento en la cantidad de dinero es reducir el déficit fiscal. Por principio, el déficitfiscal puede ser reducido disminuyendo el gasto público, aumentando los impuestos o endeudándose dentro o fuera del país. Exceptuando el endeudamiento externo, los otros tres métodos tendrían los mismos efectos transitorios en el empleo, aunque afectando a diferentes personas:
disminuir el gasto público afectaría inicialmente a los empleados públicos, aumentar los impuestos afectaría inicialmente a las personas empleadas por quienes pagan impuestos, y endeudarse afectaría inicialmentea las personas empleadas por los titulares de los créditos o por las personas que, de otro modo, hubieran conseguido esos fondos prestados.
En la práctica, disminuir el gasto público es, por lejos, la manera más conveniente para reducir el déficit fiscal ya que, simultáneamente,contribuye al fortalecimiento del sector privado y, por ende, a sentar las bases de un saludable crecimiento económico.La disminución del déficit fiscal es requisito indispensable para terminar con la inflación.
Un problema menos claro es cuán rápidamente debe terminarse con ella. Para un país como Estados Unidos, en el cual la inflación es de alrededor del 10%, yo aconsejo una política gradual de eliminación en dos o tres años. Pero para Chile, en que la inflación se mueve entre el 10% y 20% mensual, creo que graduar su eliminación no es viable; conllevaría una tan gravosa operación por un período de tiempo tan largo, que temo la paciencia no acompañaría el esfuerzo.
No existe ninguna manera de eliminar la inflación que no involucre un período temporal de transición de severa dificultad, incluyendo desempleo.Sin embargo, y desafortunadamente, Chile enfrenta una elección entre dos males, un breve periodo de alto desempleo o un largo periodo de alto desempleo, aunque sutilmente inferior al primero.
En mi opinión, las experiencias de Alemania y Japón luego de la II Guerra Mundial, de Brasil más recientemente, del reajuste de postguerra en Estados Unidos, cuando el gasto público fue reducido drástica y rápidamente, argumentan en pro de un tratamiento de shock. Todas estas experiencias sugieren que este período de severas dificultades transicionales sea breve (medible en meses) para que así la subsecuente recuperación sea rápida.
Para mitigar los costos de la transición y facilitar la recuperación, creo que las medidas fiscales y monetarias debieran ser parte de un paquete que incluya medidas que eliminen los obstáculos a la empresa privada y que alivien la aguda angustia.
Para acotar, haré un bosquejo de los contenidos de un paquete de propuestas específicas. Mi conocimiento de Chile es muy limitado como para permitirme ser tanto preciso como exhaustivo, de modo que estas medidas deben ser consideradas más bien como ilustrativas. Si este enfoque de shock fuera adoptado, creo que debiera ser anunciado públicamente, muy detalladamente y, además, entrar en vigor en una fecha muy cercana a dicho anuncio. Cuánto mejor informado se encuentre el público,más contribuirán sus reacciones al ajuste.
Medidas específicas
A continuación propongo unamuestra de las medidas que debieran ser tomadas:
1.- Una reforma monetaria que reemplace el escudo por el peso, con 1 peso= 10.000 escudos (o quizás 1.000 escudos). Por sí misma, esta medida no produciría ningún efecto sustancial, pero cumpliría una valiosa función sicológica.
2.- Un compromiso del gobierno de reducir su gasto en 25% dentro de seis meses; reducción que debiera tomar la forma de una disminución transversal del presupuesto de cada repartición en 25%, con los relativos a personal at omarse cuán pronto como sea posible. Sin embargo, las reducciones de gastodebieran ser escalonadas en base a un periodo de seis meses para permitirel pago de generosas indemnizaciones. (Cualquier intento de ser selectivo o parcial tiene la probabilidad de fracasar debido a las posibles manipulaciones de cada repartición por lograr que la reducción presupuestaria afecte a otra y no a ellas. Es preferible hacer primero una reducción transversal, para luego reasignar el total ya reducido).
3.- Un crédito nacional de estabilización otorgado al público para complementar la reducción del gasto durante los seis primeros meses parapermitir así una más rápida reducción en la emisión de dinero que en el gasto. Las condiciones debieran incluir un reajuste por inflación para lograr la confianza del público en la determinación del gobierno determinar con la inflación.
4.- Si fuera posible, un crédito externo de estabilización para el mismo propósito.
5.- Un categórico compromiso del gobierno de que después de seis meses no financiará más gasto alguno a través de la emisión de dinero. (Así como larecuperación económica se vaya dando, la cantidad de dinero deseable en términos reales, esto es, la cantidad consistente con precios estables,aumentará. Sin embargo, este incremento debiera servir como base para la expansión de un mercado de capitales privado en vez de utilizarse parafinanciar gasto público).
6.- Continuar con vuestra política actual de un tipo de cambio diseñado para aproximarse a un tipo de cambio de libre mercado.
7.- La eliminación de la mayor cantidad posible de obstáculos que, hoy por hoy, entorpecen el desarrollo del libre mercado. Por ejemplo, suspender, en el caso de las personas que van a emplearse, la ley actual que impide el despido de los trabajadores. En la actualidad, esta ley causa desempleo.
También, eliminar los obstáculos a la creación de nuevas instituciones financieras.
Asimismo, eliminar la mayor cantidad posible de controles sobre los precios y salarios. El control de precios y salarios no sirve como medida para eliminar la inflación; por el contrario, es una de las peores partes de la enfermedad. (Eliminar obstáculos, pero no sustituir subsidios. La empresa privada tendrá la facultad de gozar de las recompensas del éxito sólo si también arriesga soportar los costos del fracaso.
Todo hombre de negocios cree en la libre empresa para todos, pero busca también favores especiales para sí mismo.
Ningún obstáculo, ningún subsidio; esa debiera ser la regla).
8.- Tome las providencias necesarias para aliviar cualquier caso de real dificultad y severa angustia que se de entre las clases más pobres. Tome en cuenta que las medidas tomadas no producirán, por sí mismas, daño en estos grupos. El despido de empleados públicos no reducirá la producción, sino que simplemente eliminará gasto- sus despidos no significarán la producciónde un pan o un par de zapatos menos. Pero indirectamente, algunas de las clases menos privilegiadas serán afectadas y, séanlo o no, el programa de medidas será señalado como el culpable de sus angustias. Por lo tanto,sería beneficioso tomar ciertas providencias de este tipo en dicho programa. En este aspecto, mi ignorancia de la situación y acuerdos actuales vigentes en Chile me hacen imposible ser más específico.Un programa de shock tal como este podría eliminar la inflación en cuestiónde meses. También fundaría las bases necesarias para lograr la solución desu segundo problema- la promoción de una efectiva economía social de
mercado.

Economía social de mercado

Este no es un problema de reciente origen, sino que surge de tendencias al socialismo que comenzaron hace 40 años y que alcanzaron su lógico, y terrible clímax, durante el régimen de Allende. Ustedes han sido extremadamente sabios en la aplicación de las muchas medidas que ya han tomado para revertir esta tendencia.La eliminación de la inflación llevará a una rápida expansión del mercado de capitales, lo cual facilitará en gran medida la privatización de empresas y actividades que aún se encuentran en manos del Estado.

El más importante paso en este sentido es la liberalización del comercio internacional para, de este modo, proveer de una efectiva competitividad a las empresas chilenas y promover la expansión tanto de las importaciones como de las exportaciones. Lo anterior no sólo mejorará el bienestar del chileno común al permitirle adquirir todos los bienes al menor costo, sino que también disminuirá la dependencia de Chile en un sola exportación deimportancia: el cobre.

Quizás la mayor recompensa en esta área se obtendría a través de la liberalización de la importación de vehículos motorizados. Estoy conciente de que su Gobierno ya ha dado pasos importantes y planea otros futuros en orden a reducir las barreras al comercio internacional y a liberalizarlo, y que, como resultado de ello, la ventaja competitiva real de Chile se refleja mejor en éste hoy que en las décadas pasadas. Este es un gran logro.

También veo que en esta área existe un fuerte argumento a favor de una gradualización para entregar a los productores chilenos una oportunidad para ajustarse a las nuevas condiciones. No obstante, gradualismo no debe significar quedarse estancado. En mi opinión personal,creo que un buen consejo para Chile sería dirigirse a la liberalización del comercio a una velocidad y en una extensión mucho mayores de las que hasta ahora han sido propuestas.

Un comercio totalmente libre es el objetivo final deseable, aunque no sea posible de alcanzar en el más cercano futuro.Quisiera concluir esta carta diciendo que estoy seguro que Chile tiene un gran potencial. Ha sido un pueblo capaz, letrado, creativo y lleno de energía, que tiene una larga historia y tradición de orden y paz social.Hace unos cuarenta años atrás, Chile, como muchos otros países, incluyendo el mío, se encausó en la ruta equivocada- por buenas razones y sin maldad,ya que fueron errores de hombres buenos y no malos. El mayor error, en mi opinión, fue concebir al Estado como el solucionador de todos losproblemas, de creer que es posible administrar bien el dinero ajeno.Si Chile toma hoy la senda correcta, creo que puede lograr otro milagro económico: despegar hacia un crecimiento económico sostenido que proveerá una ampliamente compartida prosperidad.

Pero para aprovechar esta oportunidad, Chile deberá primero superar un muy dificultoso periodo de transición.

Sinceramente,

Milton Friedman

viernes, 17 de noviembre de 2006

La clase media chilena en 14 años

Estrategia 14 de julio de 2006

Enrique Goldfarb

Si se miran las cifras del período1990-2003, se verá que el crecimiento del Producto en todo el período (6% como tasa media anual) tiende a exceder el crecimiento de los ingresos-medidos de acuerdo a la encuesta Casen- en la mitad (que solo alcanzó a 3,8% como tasa media anual).. Esto significa que el aumento del PIB tiende a ser llevado en proporciones importantes por otros agentes, como son las empresas , las sociedades y el gobierno, y quedan lejos del alcance de las personas . De manera que cuando el PIB crece poco, los ingresos lo hacen todavía menos
La encuesta Casen nos permite aventurarnos en la historia de los quintiles, esto es la clase baja(quintiles 1 y 2) , la clase media, y los mejor remunerados, los que para estos efectos llamaremos clase alta. La clase media baja podemos asignarla al tercer quintil , la clase media alta al cuarto quintil y el quintil 5 será la clase alta.
La evolución de éstos sectores puede resumirse de acuerdo al siguiente cuadro, en los catorce años señalados:




En el período 1996/1990, si bien hubo diferencia entre los estratos, esta no fue muy marcada . Incluso los ingresos de la clase media alta, crecieron más que los de la clase alta, todo lo cual demuestra un sano comportamiento. Sin embargo a contar de 1997 en adelante, esta evolución bastante igualitaria se desploma, y los tres millones de personas de la clase alta se empinan muy por encima de los seis millones de la clase media , creciendo casi al doble de todo el estrato (22,4 % versus el 12,4% de la clase alta). Peor aún, se puede ver que la tendencia del PIB de crecer más alto que los ingresos se extreman , ya que entre 2000 y 2003 , el PIB creció en 9% como tasa total y los ingresos totales decrecieron en –0,2% (no aparece en el cuadro). Eso significa que entre las empresas y el fisco se llevaron todo el crecimiento del Producto, y de lo que quedó para las personas, el sector más perjudicado fue el quintil IV, que con sus tres millones de almas , representan lo que generalmente se denomina clase media.
El bajo crecimiento extremó las diferencias sociales, más allá de lo que podría llamarse el “modelo”, y en particular, la forma enfermiza que se viene creciendo desde 1998. En los siete años que van desde 1996 a 2003, el cuarto quintil solo creció la cuarta parte de lo que lo hizo en los seis años que van de 1990 a 1996. En ese mismo lapso, el quinto quintil logró hacerlo al menos a la mitad . ¡Pobre clase media!















INE, desempleo y el arca perdida


Estrategia 3 de noviembre de 2006
Enrique Goldfarb

Ahora que se acercan las tan esperadas vacaciones, desafío a aquellos que les gusta poner a prueba su ingenio, que traten de entender la nueva metodología del INE para el cálculo del desempleo, en las varias horas libres que van a tener.
Llena de fórmulas ingeniosas, más que una estadística, parecen formular la trayectoria orbital de los planetas recién descubiertos. Y en cuanto a dificultad, el estudio y desciframiento de la cábala parece un juego de niños comparada con esto.
La razón de la nueva metodología parece ser que se han sucedido misteriosos cambios demográficos que ameritan el cambio de algoritmos. Aparte de una mayor lentitud en el crecimiento poblacional, por el empobrecimiento generalizado, no se me ocurre otro cambio demográfico relevante que el aumento en el número de allegados en las casas. Así en cada hogar encuestado, en lugar de haber un desempleado por cada ocupado, ahora hay dos o tres.
El hecho majestuoso que prima en esta oportunidad , es que a pesar de un continuo y fuerte desaceleramiento económico entre 2005 y 2006, del cual se informa profusamente a la ciudadanía todos los meses, la ocupación está en aumento y los desempleados y la tasa de desempleo en descenso. Se diría que a menor crecimiento del PIB, mayor ocupación, lo que vaticinaría un seguro premio Nóbel . Creo recordar algo similar el mes anterior, pero en este , con cifras a la mano, en 12 meses, los ocupados habrán aumentado en 85 mil y los desempleados han caído en ¡133 mil! . La diferencia de 48 mil almas entre las dos cifras, serían naturalmente los que “se pegaron la cachá” y se fueron para la casa, abandonando la fuerza de trabajo; “sorprendentemente” , los desempleados que más disminuyen son los trabajadores por cuenta propia, o cesantes con piel de trabajadores.
Einstein decía que si a pesar de devanarse los sesos en sus fórmulas , cualquier persona le demostraba que sus teorías no se cumplían , no trepidaría un segundo en botarlas a la basura.
En clima recesivo, las cifras de desempleo caen , lo que da pábulo al titular de Hacienda para desmentir supuestas pérdidas de confianza en la conducción económica :¿cómo se explicaría –pregunta él- que la gente esté más pesimista, si el empleo está aumentando?. ¡ Y sobre todo el empleo con contrato de trabajo!.
Me metí en la serie antigua y me fijé en el número absoluto de desempleados de hace un año : resultaron ser 536 mil personas , exactamente los mismos que hay hoy con la nueva metodología . Algo es algo , el número de desempleados no habría cambiado, y la ley laboral podría ayudar a explicar en parte porqué no han aumentado. Pero no me digan que cayeron como piedra.