lunes, 23 de julio de 2007

Decepción de pymes

(en Estrategia 20 julio 2007)

Enrique Goldfarb
Economista

A dos meses de lanzado por parte del gobierno el plan salvador de las pymes, resultó que solo una de las 27 medidas está implementada. Y una que es vital como es la reprogramación tributaria, ya que de ello dependen remates y ejecuciones de miles de afectados, tampoco sale.
La medida que sí está operativa, es la línea de crédito del BancoEstado para las pymes, que funciona solo al 10% ya que se topa con la cruda realidad de la viabilidad de la mayoría de ellas.
En consecuencia, estamos ante una crónica de un fracaso anunciado, ya que no apunta a corregir la situación de mercado interno que es la que marca el destino de las pequeñas y empresas. Con niveles de ventas más propicios, el número de empresas elegible para los créditos aumentaría considerablemente, en un círculo virtuoso tendiente a cambiar de raíz el feo panorama en el que han estado todos estos años. Y el mercado interno solo podrá dar ese salto cuando se decida la medida que es básica y fundamental. La reprogramación masiva de toda la deuda pequeña, a largo plazo, independiente de la viabilidad de la empresa.
La inyección de recursos liberada con la reprogramación, recursos propios de la pyme que no se destinarían transitoriamente al pago de deudas sino a la propia empresa, cambiaría la dimensión del mercado para estas, a la vez que le quitaría el sesgo actual, de que solo vende aquello ligado al crédito de la multitienda y supermercado, al que la pyme no tiene acceso.
Antes de estas medidas, el BancoEstado había logrado colocar exitosamente en la microempresa una amplia cantidad de créditos, y ello ha sido posible al ignorar la posible marca del DICOM en los beneficiarios. Eso es una demostración práctica que a nivel nacional, la reprogramación masiva tendría los efectos buscados.

1 comentario:

TEJIENDO REDES . . . uniendo gentes dijo...

Distinguido don Enrique: cree ud por ventura que algún político concertado le interesa realmente promover la disminución de la carga tributaria o el saneamiento de ello ? mire, por principio, el Estado recaudador es su única forma de entender al estado en sus roles ciudadanos, en seguida, que le importan los largos plazos, si hubiese cambio del poder los problemas y consecuencias ya no serían de ellos. Este cacareo de las pymes ha sido uno más de los engaños de Lagos y la presidenta Bachelet, desafortunadamente.
Edo Berríos