Enrique Goldfarb ( en Estrategia 1 diciembre 2006 )
Ante la sorpresa y malestar generados por las malas cifras económicas, el ministro de Hacienda ha dado una respuesta contundente para reencontrar el camino del desarrollo. No es casualidad que lo haya hecho en ENADE, donde se han gestado las mejores ideas y recomendaciones que han terminado por transformar este país.
Si bien no contamos con el ingreso de un país desarrollado, tenemos una inflación igual o menor que la de ellos y carreteras , que aunque no gratuitas , ya se las quisiera cualquier país del primer mundo. Palabra de Lagos.
Otro rasgo que nos distingue es que el mundo desarrollado está lleno de pymes , las picantes y malolientes pequeñas y medianas empresas, en tanto que acá, tras un cuidadoso proceso de limpieza económica, las hemos erradicado a todas, igual que a las plagas de nuestro jardines. Nuestro hijos y nietos , podemos respirar tranquilos , nunca van a trabajar en esos ineficientes lugares.
De modo que los recursos están asignados donde corresponde , al mejor valor . Por ejemplo los superávits del cobre.... en los mejores bancos ¡del mundo!
El programa para fortalecer la economía y la inversión parte con Codelco, tema muy relacionado con la reactivación , de la misma manera que los fenicios se relacionaban con los romanos . La Agenda de Calidad de las Políticas Públicas debiera ser sometida a nuestros institutos , ya que estos tienen vasta experiencia en el tema .
Una idea a propósito podría ser que todos los ministerios fueran llenados por concurso público, los que serían escogidos por los mismos que corren con la Agenda
de Calidad Pública y que serían nuestros institutos Para tanto trabajo, habría que financiar los institutos con recursos públicos , pero éstos deben ser independientes y seguir con los actuales directorios para que haya una sana separación entre lo público y privado.
La parte de capital humano es muy original y atinada . Llenemos a nuestros niños con computadores, de modo que por osmosis se transformen en líderes tecnológicos . Si además les damos acceso a propaganda de nuestros malls y supermercados, terminaremos con el problema de demanda agregada. Y si les falta plata para comprar, para servirlos estamos los bancos y factoring, listos para ayudarlos en la tarea de reimpulsar Chile. Y eso a las convenientes tasas de siempre.
El incentivo tributario si , lo encuentro insuficiente ya que es necesario terminar de una vez por todas con esa lacra que es el impuesto de timbres y estampillas, heredado de la época colonial. Y si lo complementamos con la eliminación de la tasa máxima convencional , no requeriremos nada más para proyectarnos . El cielo es el límite y allá vamos.
viernes, 1 de diciembre de 2006
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