(en Estrategia 20 julio 2007)
Enrique Goldfarb
Economista
A dos meses de lanzado por parte del gobierno el plan salvador de las pymes, resultó que solo una de las 27 medidas está implementada. Y una que es vital como es la reprogramación tributaria, ya que de ello dependen remates y ejecuciones de miles de afectados, tampoco sale.
La medida que sí está operativa, es la línea de crédito del BancoEstado para las pymes, que funciona solo al 10% ya que se topa con la cruda realidad de la viabilidad de la mayoría de ellas.
En consecuencia, estamos ante una crónica de un fracaso anunciado, ya que no apunta a corregir la situación de mercado interno que es la que marca el destino de las pequeñas y empresas. Con niveles de ventas más propicios, el número de empresas elegible para los créditos aumentaría considerablemente, en un círculo virtuoso tendiente a cambiar de raíz el feo panorama en el que han estado todos estos años. Y el mercado interno solo podrá dar ese salto cuando se decida la medida que es básica y fundamental. La reprogramación masiva de toda la deuda pequeña, a largo plazo, independiente de la viabilidad de la empresa.
La inyección de recursos liberada con la reprogramación, recursos propios de la pyme que no se destinarían transitoriamente al pago de deudas sino a la propia empresa, cambiaría la dimensión del mercado para estas, a la vez que le quitaría el sesgo actual, de que solo vende aquello ligado al crédito de la multitienda y supermercado, al que la pyme no tiene acceso.
Antes de estas medidas, el BancoEstado había logrado colocar exitosamente en la microempresa una amplia cantidad de créditos, y ello ha sido posible al ignorar la posible marca del DICOM en los beneficiarios. Eso es una demostración práctica que a nivel nacional, la reprogramación masiva tendría los efectos buscados.
lunes, 23 de julio de 2007
miércoles, 18 de julio de 2007
Lula y la clase media
El Mercurio del 18/07/07
Enrique Goldfarb
En la inauguración de los Juegos Panamericanos, Lula recibió una enorme e interminable rechifla de parte del público de clase media asistente al acto.El resentimiento de este sector frente a la política económica del Presidente, que sin embargo goza de enorme popularidad en los sectores populares, era un hecho que desconocíamos, y es una señal que se debiera tener en cuenta en Chile, en donde las políticas en curso tienen la misma tendencia desde hace varios años.Quizás Brasil no ha acumulado los recursos con que, relativamente, contamos nosotros, y sólo atina a la estabilización de su economía, lo que generalmente arrastra en su camino a este importante sector social, pero estimo que en nuestro caso, hemos superado claramente esa etapa, y, sin embargo, el deterioro de la clase media es sistemático.No es un tema fácil, pero aquí se verá quién es meritorio para adjudicarse los favores electorales de las mayorías.
Enrique Goldfarb
En la inauguración de los Juegos Panamericanos, Lula recibió una enorme e interminable rechifla de parte del público de clase media asistente al acto.El resentimiento de este sector frente a la política económica del Presidente, que sin embargo goza de enorme popularidad en los sectores populares, era un hecho que desconocíamos, y es una señal que se debiera tener en cuenta en Chile, en donde las políticas en curso tienen la misma tendencia desde hace varios años.Quizás Brasil no ha acumulado los recursos con que, relativamente, contamos nosotros, y sólo atina a la estabilización de su economía, lo que generalmente arrastra en su camino a este importante sector social, pero estimo que en nuestro caso, hemos superado claramente esa etapa, y, sin embargo, el deterioro de la clase media es sistemático.No es un tema fácil, pero aquí se verá quién es meritorio para adjudicarse los favores electorales de las mayorías.
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